Indignación es la palabra que hoy define nuestros sentimientos.
Una vez más las noticias confirman y sacan a la luz las peores sospechas.
Creemos que no deberíamos dedicar ni un segundo de nuestro tiempo a hablar de personas sin escrúpulos y estafadores, pero nos afecta directamente y queremos dar nuestra opinión.
No solo nos duele que se utilice a nuestros hijos, enfermos de cáncer, para lucrarse, que se aprovechen de la solidaridad de la buena gente y que nos enseñen la peor cara del ser humano, nos preocupa profundamente el daño que hacen estas personas a las ONG que trabajamos legalmente y con transparencia por cualquier causa.
Desde estas líneas hacemos un llamamiento a toda la sociedad para que no permitan que estas personas sigan haciendo daño, de la misma forma que apartamos una manzana podrida para que no afecte al resto, y no tiramos todo el frutero, os pedimos que hagáis algo más y comprobeis que las otras manzanas están sanas.
En el mundo digital en que vivimos es muy sencillo buscar información, acceder a una web o redes sociales y aplicar el sentido común para decidir si alguien se merece o no nuestra solidaridad.
Sí, es cierto se pude falsificar información pero siempre hay formas de certificar las acciones.
Si en internet buscas una fundación y te salta esta noticia de 2018, ¿Cómo pueden seguir estafando hasta 2021?, creemos saber la respuesta: saben que la mayoría de personas tenemos un buen corazón y no cabe en nuestra lógica que alguien pueda ser tan perverso y desalmado.
Desconfiar, estamos de acuerdo, nadie debe creer sin pruebas, no os pedimos fe.
Si decimos que vuestras donaciones se entregan a un hospital o que se destinan a tal causa, tan solo hay que corroborar esa información, no os fieis de nuestras publicaciones, entrar en la web de dicho hospital o buscar la noticia de esa acción y decidir si os parece o no creíble.
Tan solo os pedimos que no os dejéis llevar por la inseguridad que crean estas noticias, no es justo, nos sentimos tan estafados como todos los que han puesto un céntimo en esas huchas, pero no permitamos que su maldad nos impida seguir siendo solidarios, dejemos la fe para todo lo que no se puede demostrar.
Es muy sencillo, ninguna ONG evita publicar sus buenas acciones, si no las veis es que no existen.
Apartemos las manzanas podridas, pero sigamos apoyando y practicando la solidaridad que consigue mejorar nuestro mundo.
Gracias.